El Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) publicó recientemente un estudio que indica un índice de pobreza del 73,3% en Argentina. Esta cifra supera en casi 20 puntos el 55% reportado por el Observatorio de Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) en junio de 2024.

La organización, dedicada al análisis de fenómenos políticos, económicos y sociales en América Latina y el Caribe desde 2014, afirma que tres cuartas partes de la sociedad argentina vive en condiciones precarias. Señalan que este hecho contrasta con la percepción persistente de Argentina como un país de clase media.

Los expertos advierten que ignorar esta realidad podría llevar a proponer proyectos políticos, sociales y económicos desconectados de la situación actual del país. Enfatizan la importancia de reconocer que la mayoría de la población argentina vive en condiciones de pobreza.

Alfredo Serrano Mancilla, director de CELAG, destacó que diversos indicadores de los primeros ocho meses del gobierno de Milei confirman esta situación de “Mal Vivir”. Según él, estos datos sugieren que la clase media se redujo considerablemente, mientras que la clase pobre se convirtió en mayoritaria.

Para realizar este análisis, Serrano Mancilla utilizó datos de la Encuesta Permanente de Hogares del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) correspondientes al primer trimestre de 2024.

Análisis detallado revela una situación de pobreza más extensa en Argentina

El experto sugiere que es más preciso examinar la mediana de ingresos que la media debido a la marcada desigualdad en la distribución de la riqueza en Argentina. Señala que el 68% de la población se encuentra por debajo del “valor medio” de ingresos, mientras que solo el 32% lo supera.

Critica la metodología actual para medir la pobreza, argumentando que no considera adecuadamente a los hogares con ingresos apenas superiores al umbral de pobreza. Plantea que es ilógico clasificar como no pobres a familias que superan por poco el límite establecido.

El análisis destaca la importancia de identificar a los hogares que están justo por encima del umbral de pobreza. Estos grupos son descritos como “casi pobres”, vulnerables y lejos de pertenecer a la clase media. Se estima que este segmento representa el 18,3% de los hogares, con ingresos entre 1 y 1,5 veces la Canasta Básica Total.

El economista concluye que una evaluación más realista de la pobreza debería incluir tanto a los “pobres” como a los “casi pobres”, lo que elevaría la cifra al 73,3% de la población. Enfatiza que tres cuartos de la sociedad argentina viven en condiciones precarias, contrastando con la percepción persistente de Argentina como un país predominantemente de clase media.

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