Los coleccionistas de numismática están siempre en la búsqueda de ejemplares únicos, con defectos o particularidades que los convierten en objetos muy codiciados. Así como en su momento se viralizaron monedas de $1 que llegaron a superar los $30.000, ahora el interés recae en una moneda de 25 centavos del año 1994, cuyo valor puede alcanzar los $15.000 o más.
Una pieza común que sorprende a los especialistas
Lo curioso es que no se trata de una edición especial ni de un ejemplar en metales preciosos, sino de una moneda de circulación diaria. Sin embargo, presenta una característica muy particular:
- Debe ser de 25 centavos.
- Conservar un buen estado de conservación.
- Tener la fecha 1994.
- Y lo más importante: ser atraída por un imán.
El detalle radica en el material. Estas monedas deberían estar fabricadas en cuproníquel (cobre y níquel), aleación que no responde al imán. Pero en algunos casos, por error de producción, ciertas piezas sí resultan imantadas, lo que las convierte en objetos de colección altamente valorados.

Cuánto se paga y dónde vender estas monedas raras
El precio depende de la conservación y de la demanda de los coleccionistas, aunque las ofertas suelen ubicarse entre $15.000 y $25.000. La mayoría de las transacciones se concretan en plataformas como Mercado Libre, donde aficionados y expertos compiten para sumar a sus colecciones este tipo de rarezas.
De hobby a posibilidad de negocio
La numismática deja en claro que un simple error de fabricación puede transformar una moneda común en un ejemplar con gran valor económico. Por eso, revisar las monedas que circulan a diario puede ser una oportunidad inesperada: lo que muchos consideran apenas un cambio sin importancia, para otros representa un tesoro de colección.